sábado, 22 de noviembre de 2014

Variables que se manifiestan en la enseñanza de LE

¡Buenos días a todos!

Esta semana hemos tenido la 2ª sesión de clase con Carlos que, tal y como comenté en la entrada anterior, trata los aspectos teóricos más relevantes relacionados con la didáctica.

En esta sesión hemos visto principalmente las variables de la enseñanza que tenemos que tener en cuenta a la hora de dar clase, bien sea clase de lenguas extranjeras en edades precoces, en la enseñanza secundaria, en Formación Profesional, en las EOIs, enseñanza a séniors o enseñanza del español como lengua extranjera. Estas variables son tres: las características del alumnado, las características de los centros y los objetivos. En esta entrada nos centraremos en las dos primeras variables y dejaremos los objetivos para más adelante.

Entre las características del alumnado destacamos, principalmente dos factores: la edad y la lengua inicial.

Edad. Es un factor muy importante, puesto que las personas aprendemos de maneras diferentes dependiendo de la edad en la que nos encontremos, puesto que una persona con una mayor madurez, un mayor desarrollo cognitivo y una mayor capacidad de análisis y reflexión aprenderá con menos dificultad que aquella que aún no ha llegado a la madurez y cuya capacidad de análisis y reflexión aún no se ha manifestado.
Además, dentro de la edad se distinguen diferentes etapas, que veremos a continuación.
  • Edad ideal: 0-12 meses
Esta etapa es la mejor para adquirir el sistema fonológico de una lengua, puesto que los bebés tienen ciertas capacidades propias de esa edad, como la riqueza perceptiva. Además, pueden discriminar un gran número de sonidos y tratan la lengua por contornos entonativos, lo que le permite al sistema perceptivo fijar estructuras sonoras simples. 
  • Edad gloriosa: 1-6 años
En esta edad, el tratamiento de las secuencias verbales como contornos entonativos sigue presente y, hasta los 8 años, los niños tienen una gran capacidad de imitación, lo que les permite adquirir con rapidez una lengua, siempre y cuando la exposición a la lengua extranjera o a la lengua segunda sean constantes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a estas edades, los niños suelen olvidarse fácilmente de muchas de las cosas aprendidas.
  • Edad crítica: 7-9 años
En este período, se produce una reorganización perceptiva y el niño pasa de poseer un tratamiento global a un tratamiento analítico. Su desarrollo cognitivo aumenta, por lo que la lengua extranjera se adquirirá de una manera más rápida y, por consiguiente, el alumno es capaz de repetir secuencias más largas y descubre inconscientemente las reglas.
  • El umbral fatídico: 10 años
En esta edad, los niños pierden la maleabilidad cerebral, así como la plasticidad de los controles motores. Asimismo, la capacidad de imitación tradicional de los niños es menos eficiente. Por lo tanto, la lengua inicial se convierte en un filtro, la articulación se vuelve lenta, las realizaciones fonéticas se van deteriorando, se presentan más dificultades para corregirse y, además, el niño pierde una gran parte de su riqueza perceptiva.

Lengua inicial. La lengua inicial es otro de los factores que se encuentran dentro de la variable relacionada con las características del alumnado. Así, debemos distinguir entre dos tipos de lenguas: las lenguas aglutinantes y las lenguas analíticas. Mientras que en las primeras las palabras suelen ser más largas, suelen presentarse desinencias y la morfología goza de una gran importancia, en las segundas las palabras son más cortas, se presentan más preposiciones y determinantes y la sintaxis es un punto importante. Además, también debemos tener en cuenta la familia lingüística tanto de la lengua inicial como de la lengua que vamos a aprender, puesto que no es lo mismo partir de una lengua románica y aprender otra lengua románica, que tener como lengua inicial una lengua germánica y aprender una románica. Asimismo, será necesario comprender que el alumnado va a cometer errores, los cuales no debemos estigmatizar nunca.

Las características de los centros también constituyen una variable importante, y dentro de ella, hay 3 puntos que destacar: los tipos de centro, la tradición pedagógica de cada uno de ellos y la relación docente/alumnado.

Tipos de centro. Hoy en día, como ya sabemos, contamos con tres tipos de centros: públicos, privados y concertados y la situación de enseñanza no es la misma en los tres casos, puesto que mientras que un público está financiado y gestionado por el gobierno, los colegios privados los financian los padres de los alumnos y en muchos de ellos se reservan los derechos de admisión.

Tradición pedagógica. Depende del país en el que nos encontremos, podemos observar dos tradiciones pedagógicas diferenciadas: la tradición gramatical (países árabes, Alemania), en la que la gramática es lo más importante, y la tradición comunicativa (países anglófonos), donde la comunicación tiene prioridad.

Relación docente/alumnado. Se pueden presentar dos actitudes: que el alumnado esté sumiso al profesor, o que, por el contrario, participe abiertamente en la enseñanza. La situación más corriente se suele situar entre estas dos actitudes.

Por lo tanto, como podemos observar, todos estos factores son muy importantes a la hora de enseñar, puesto que no es lo mismo enseñar en un colegio público que en un privado o enseñar a niños de 3 años que a niños de 10, por ejemplo.

Nada más, espero que todos los contenidos que hemos tratado hoy os hayan parecido interesantes.

¡Un saludo!

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