viernes, 5 de diciembre de 2014

Mi vida lingüística

¡Hola a todos!

Esta semana, antes de publicar la entrada sobre la sesión de Carlos y la de Luz, respectivamente, he decidido contaros un poco más sobre mi relación con las lenguas en general.

Desde pequeñita, en mi casa siempre se ha hablado gallego, por lo que  fue una de las primeras lenguas con las que estuve en contacto. Sin embargo, cuando tenía 3 años y llegué a la guardería casi todo el mundo, incluidas las profesoras, hablaban español, por lo que yo también empecé a hablarlo de manera inconsciente. Aún  así, mi relación con el gallego sigue estando muy presente: hablo gallego con mi familia en general y con mucha gente de mi círculo. De hecho, en un grupo de personas donde 3 hablen español y 2 hablen gallego, yo puedo cambiar de idioma para dirigirme a ellos respectivamente, sin que esto suponga un problema para mí, por lo que mucha gente se queda asombrada con el dominio que tengo de dos lenguas y todo gracias a que en mi casa siempre se ha hablado (ahora mismo me estoy dando cuenta de que podría haber escrito el blog en gallego, pero bueno…).

Continuamos con mi relación con las lenguas. Cuando tenía 6 años, en inglés entró en mi vida. El primer día de clase nos enseñaron una o dos frases de presentación y a los pocos días yo ya me sabía de memoria los nombres de los personajes del libro: Lindy Lion, Polly Parrot, Mickey Monkey… Yo estaba cada vez más entusiasmada al aprender nuevas palabras en un vocabulario totalmente nuevo para mí. Poco a poco fue llegando la gramática, con los tiempos verbales, los pasados, las pasivas, el estilo indirecto, los odiados phrasal verbs, las condicionales… y hasta hoy. El inglés sigue muy presente en mi vida, aquella niña que se emocionaba por aprender nuevas palabras, ahora es graduada en Traducción e Interpretación, tiene varios títulos de la Escuela Oficial de Idiomas, está preparando el CPE (Cambridge Proficiency Exam) y algún día será esa profesora de inglés que despierte el interés por la lengua en sus alumnos.

Pero no solo el inglés marcó mi vida. Cuando empecé 1º de ESO, tenía que escoger entre varias optativas, pero yo no me lo dudé un momento: mi optativa sería francés. Nueva lengua, nuevo vocabulario, nuevas expresiones…¡todo me resultaba emocionante! He de decir que he tenido mucha suerte, puesto que a lo largo de todo mi aprendizaje solo me he encontrado con profesores maravillosos que han sabido enseñar y transmitir su amor por el francés. Esta lengua estuvo presente en mi vida durante toda la ESO, el Bachillerato y durante toda la carrera. Reconozco que quizá ahora sí que lo tengo un poco oxidado, pero de este año no pasa que retome su estudio.

Aún no hemos acabado… Cuando llegué a 3º de carrera necesitaba aprender cosas nuevas. No es que dominase a la perfección el inglés y el francés (de hecho aún no lo hago), pero necesitaba aprender algo nuevo y salir de la monotonía. Entonces me apunté a una academia de alemán y recordé mis comienzos en Educación Primaria, cuando con aprender solo 2 palabras nuevas cada día ya volvía contenta a casa.

Y por último, pero no menos importante, la lengua de signos. Me considero una persona muy empática y siempre intento ponerme en el lugar de los demás, quizá porque en mi guardería había un niño ciego y este hecho hizo que, desde muy pequeñita, me diese cuenta de que hay que ponerse en el lugar de los demás para comprender su situación. ¿Qué pasa si un día me encuentro con una persona sorda por la calle perdida y necesita mi ayuda? ¿O si es al revés y soy yo la que necesita su ayuda? Ver el telediario signado me fascinaba, por eso no dudé ni un momento en apuntarme a un curso de lengua de signos, del que os hablo precisamente aquí.

¡Y esto es todo de momento! Tengo que decir que a mis 22 años las ganas de aprender están igual de presentes que cuando empezaba a pronunciar mis primeras palabras en inglés, por lo que en los próximos años seguramente intente perfeccionar alguno de los idiomas que ya sé y aprender otros nuevos. ¡Me encantan los retos!


Gracias a todos por leerme :)

7 comentarios:

  1. Me fascina tu entusiasmo, ojalá consigas transmitírselo a tus futuros alumnos, creo que es lo más valioso que les puedes enseñar. Gracias por tu entrada.

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    1. ¡Hola Adriana!
      Muchas gracias por tu comentario y, como no, por tus halagos.
      ¡Un saludo!

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  2. ¡Hola Bea!
    Quiero destacar dos aspectos de tu entrada:
    1. Me parece increíble tu forma de alternar gallego y castellano con tanta naturalidad, y esa facilidad para adaptarte a la persona con la que hables. Ojalá me pasara a mí lo mismo...
    2. ¡Los phrasal verbs! Y taaaan odiados... Ojalá hubiese una manera para que se nos quedasen la mayoría de ellos fácilmente... Tendré que preguntarle a Luz si existe algún método o actividad...

    Me gustó mucho de tu entrada tu motivación por aprender y tu interés en ayudar a los demás. Creo que esto será maravilloso cuando seas profesora (¡esperemos que pronto!)

    ¡Nos leemos!

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Damián y por todas las cosas positivas que me escribes :)
      En cuanto a los phrasal verbs, como estudiante de inglés no te puedo decir ningún truco, pero lo que sí te puedo comentar es que muchos de ellos no se emplean diariamente, así que quizá deberías centrarte solo en aquellos que realmente se usen.

      ¡Un saludo! :)

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  3. Hey, Bea!
    Comparto totalmente ese entusiasmo y esa manera de enfocar el aprendizaje de lenguas... El aprender cada día una palabra nueva y que eso te ilusione tanto y sea algo tan novedoso. Yo también lo veía así cuando era pequeñita y empecé con el inglés, y por eso me llama tanto la atención que mis alumnos lo vean, hablando mal y acabando pronto, como un coñazo. Creo que es lo más importante que debemos transmitirles, más que gramática, vocabulario o las tan manidas competencias!
    Keep it up!
    Ale

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    1. ¡Gracias por tu comentario, Ale!

      Me gusta ver que alguien esté de acuerdo conmigo y, además, que también busque transmitir a sus alumnos su amor por los idiomas y sus ganas de aprender más que millones de estructuras gramaticales y hojas enteras de vocabulario. Con esto no quiero decir que estos aspectos no sean importantes, sino que hay que saber cómo transmitirlos de una manera útil y motivadora.

      ¡Gracias por leerme! :)

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  4. ¡Wow! Y luego dicen que yo hablo muchas lenguas. Que maravilla leer todo lo que has hecho y como poco a poco fuiste adquiriendo lengua por lengua. He de decir que la parte que más me impresionó es la de la Lengua de signos. Yo tuve una signatura en la carrera de Lingüística de Lengua de Signos. Fue una de mis asignaturas favoritas (y mi Matrícula de Honor) y aprendí muchísimo la verdad. De hecho tuve la oportunidad de tratar con niños con discapacidad auditiva en un colegio de Vigo y fue una experiencia que desde luego me llegó dentro. Espero que algún día podamos mantener una conversación en lengua de signos (quién sabe, quizás en la siguiente beca que pidamos me puedes ayudar usando la LSE).

    Gracias por compartir tus experiencias.

    Un saludo

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